TRAYECTORIA Y FORMACION ARTISTICA

Vilma Márquez inició su formación en la Academia de Técnicas de Pintura Vincent Van Gogh (México), donde se adentró en los fundamentos del color, el óleo, el temple al agua y el tratamiento de la luz, inspirándose en grandes maestros como Sorolla. Posteriormente continuó sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo (República Dominicana), consolidando su dominio en disciplinas como la pintura, el dibujo, el grabado, la cerámica y la escultura. Más tarde regresó a la Academia Van Gogh, esta vez con la madurez de su propio recorrido, para perfeccionar su técnica y ahondar en la búsqueda de un lenguaje pictórico personal.

Su formación se ha enriquecido con talleres especializados: grabado con el artista Leonardo Durán, arte sobre vitral, puntillismo y técnicas narrativas en Argentina, país donde también exploró su faceta literaria a través de talleres de poesía, novela y relato. Esta doble vertiente —visual y literaria— constituye el sello de su sensibilidad artística, integrando palabra e imagen en un mismo impulso creativo.

Paralelamente, ha desarrollado una investigación rigurosa sobre materiales de pintura, elaboración de pigmentos y preparación de soportes, rescatando métodos tradicionales y adaptándolos a procesos contemporáneos. De este modo, produce sus propios óleos, acuarelas y pasteles, asegurando la calidad de sus insumos y ampliando la expresividad de su obra.

Su trayectoria ha tenido proyección internacional: ha sido participado en concursos como el del Ducado de Luxemburgo, y ha participado en exposiciones dentro y fuera de su país de residencia. En el ámbito literario, es autora del poemario Secretos de amor, ha integrado antologías internacionales como el Premio Nosside (Italia) y participó en la publicación colectiva Sororidad: poesía y narrativa, junto al grupo literario Mujeres de Roca y Tinta.

Toda esta formación, nutrida por la práctica constante, la investigación y el estudio disciplinado, se entrelaza con su visión artística. En sus obras, cada aprendizaje técnico se transforma en un lenguaje figurativo y simbólico, profundamente marcado por la memoria, la identidad y la observación del ser humano.